Título: Black Swan
Director: Darren Aronofsky
Nacionalidad: EE.UU.
Año: 2010
Valoración: No recomendable
La experiencia película-pochoclera-ganadora-de-Óscar en una sala suburbana es, sin dudas, una experiencia para no repetir. Hay que convencerse: no hay que ir más al cine, en tanto éste se traduzca en masa-de-idiotas-aburridos-en-sus-casas con ansias-de-hediento-pochoclo-recalentado y faltos de auto-moderación-al-comentario-o-balbuceo-que-se-expande.
En cuanto a Black Swan, un clavo. La competencia y las presiones del mundo del ballet devienen esquizofrenia, paranoia y otras representaciones obvias de la locura. Black Swan es un thriller psicológico con espasmos de cine de terror que no espanta por su efectividad sino por su ineficacia. Afortunadamente, los diez años de ensayos y la soberbia actuación de Natalie Portman hacen que el filme de Aronofsky se convierta en un bodrio, por momentos, atractivo.
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